Hace
arder las redes sociales y tertulias deportivas, los periódicos
llenan páginas acerca de quien se lo merece e incluso los propios
jugadores hacen campañas para llevárselo. Obviamente hablamos del
FIFA Balón de Oro, el premio que FIFA y la revista France Football
entregan conjuntamente al mejor jugador de fútbol del año. Siempre
polémico y que nunca deja indiferente a nadie, analizamos lo que hay
detrás del premio futbolístico más glamuroso.
Un
poco de historia
Portada de France Football con el primer ganador del Balón de Oro, Stanley Matthews |
En
1956 la revista francesa especializada France Football decidía
otorgar una distinción al mejor jugador europeo del año, siendo el
primero en obtenerlo el inglés Stanley Matthews. En 1995 se permitía
a jugadores no europeos conquistarlo, siendo el liberiano George Weah
el primero en llevárselo (anteriormente lo ganaron los sudamericanos
Di Stéfano y Sívori, pero ya contaban con la nacionalidad española
e italiana, respectivamente). En un principio, 96 periodistas votaban
a cinco futbolistas (de 5 a 1 puntos) en base a una lista de 50
jugadores realizada por la propia revista que, con el paso de los
años, se redujo a 30. Sin galas de entrega ni nada por el estilo, el
ganador aparecía en la portada de la revista posando con el
galardón. En 1991 la FIFA decidió crear un galardón que premiase
al mejor jugador del año, denominado FIFA World Player, donde los
capitanes y entrenadores de todas las selecciones afiliadas a la FIFA
votaban a tres jugadores (3,2,1 punto, respectivamente); luego se
celebraba una gala donde se entregaban los premios (también había
un balón de oro femenino).
En
2010 ambos premios de fusionaron, dando lugar al actual FIFA Balón
de Oro, que se entrega a finales del año, en donde también se
otorga otro balón al mejor entrenador del año, el once ideal y
también el premio Puskas al mejor gol.
¿Qué
se vota?
No
hay criterios fijos (goles, títulos, asistencias, etc) sino que la
FIFA recomienda una serie de pautas muy generales a seguir:
- Art.2. Los premios reconocen a los mejores jugadores/entrenadores durante el último año, independientemente del campeonato o la nacionalidad.
- Art.3. Los trofeos se otorgan a los criterios de desempeño en el campo, el comportamiento general en los deportes y más allá
Por
tanto el único criterio es que cada uno vota lo que quiera,
independientemente de sus logros individuales o colectivos durante
ese último año.
La
no existencia de unos criterios claros es lo que envuelve de polémica
al trofeo. Y es aquí donde la presencia mediática engulle los
méritos deportivos.
¿Quiénes votan y cómo?
Cuatro puntos clave para entender el proceso:
- Tienen derecho a votar los capitanes y seleccionadores de las 209 federaciones FIFA, los corresponsales de la revista France Football y un periodista de cada federación en la que no haya un corresponsal de la revista francesa. Sin embargo aquellas federaciones sancionadas por la FIFA no pueden votar, así en el Balón de Oro de 2012 fueron 509 personas las que votaron.
- Los votantes deberán elegir entre una lista de 23 aspirantes al FIFA Balón de Oro que ha sido escogida por la Comisión de Fútbol de la FIFA y revisada posteriormente por la redacción de France Football que tienen el derecho de añadir algún nombre si lo considera necesario (el representante español para elaborar dicha lista este año es Florentino Pérez, que sustituye al ex-seleccionador Iñaki Sáez).
- Se votan a 3 jugadores de la lista de candidatos con 5-3-1 puntos,
- A diferencia al FIFA World Player, los seleccionadores y capitanes sí pueden votar a jugadores de su misma selección.
Un
negocio mundial: Las campañas.
Desde
que se otorga el premio a finales del año, ya comienzan los debates
de quien ganará el siguiente. Sobre mayo, cuando las grandes
competiciones llegan al final, el debate se recrudece, pues a muchos
jugadores que han llevado una temporada notable la consecución o no
de títulos puede perjudicarles (como le hubiese pasado a Ribery este
año si el Bayern tras su excepcional campaña no hubiese ganado la
Champions, por ejemplo). En verano, la Eurocopa o Mundial, puede
decantar la balanza si algún jugador hace un excelente torneo (como
Cannavaro), o únicamente te permite estar entre
los máximos favoritos aunque luego no te lo lleves (Xavi, Buffón,
Iniesta). Y luego con el comienzo de la temporada en
agosto-septiembre se vuelve a avivar el debate debido al final del
mercado de fichajes, a la proximidad de la entrega y a la falta de
finales, siendo esta época del año donde los debates se recrudecen,
las pasiones afloran y el trofeo empieza a estar envuelto en un halo
de vulgaridad y fanatismo desmesurado. No voy a ser yo quien escriba
ahora quien se merece el balón de oro 2013, ya que para mi es un
premio que carece de valor futbolístico, pues como veremos hay más
negocio que deporte.
Nike
vs Adidas: la batalla de dos titanes.
Si
repasamos la lista de los candidatos al balón de oro de este año,
observamos que 21 de los 23 candidatos pertenecen a Adidas o a Nike, sólo Falcao y Touré Yayá, ambos de Puma, rompen el duopolio. El resto se reparten así: 9
para Nike (Thiago Silva, Hazard, Pirlo, Iniesta, Ribery, Lewandowski,
Ibrahimovic, Neymar y Cristiano Ronaldo) y 12 para Adidas (Neuer,
Lahm, Schweinsteiger, Robben, Muller, Xavi, Özil, Bale, Cavani,
Messi, Luis Suárez y Van Persie).
Adidas
ha tenido en Beckham su buque insignia, se estima que ha generado
1200M€ en camisetas y zapatillas, y, aún a pesar de estar ya
retirado, sigue generando beneficios importantes. Messi, que hasta 2006 vestía Nike, le ha sustituido como icono de marca alemana, y su
impacto durante estos últimos cuatro años ha sido brutal, en parte
gracias a los 4 balones de oro que ha logrado. Tanto el inglés como
el argentino, así como los éxitos de la selección española, han
permitido a Adidas minimizar la gran escalada de Nike en el mundo del
fútbol desde el 2004 hasta ahora. Sin embargo un quinto balón de
oro consecutivo para el astro argentino no supondría un impacto
desmesurado en la imagen de Adidas, pero su no consecución supondría
un golpe duro para la marca germana, pues significaría que alguno de
los candidatos de Nike se lo llevaría (Ronaldo, Ribery,
Ibrahimovic). De todas formas tampoco sería una gran catástrofe,
pues Ribery viste de Adidas para el Bayern y Ronaldo hace lo propio
en el Madrid.
Una cuestión de negocio para los futbolistas... y para los clubes
Su rivalidad en el campo es casi tan brutal como su rivalidad en la publicidad |
Los
jugadores de fútbol ven más allá de ser nombrado como el mejor
jugador del mundo, superando a todos sus compañeros de profesión, y
es que sostener el balón dorado incrementa bastante los ceros en su
cuenta corriente. Este aumento puede ser directo, con la obtención
de nuevos patrocinadores o con el aumento de los ya existentes; o
indirectos, el club para el que juega se verá obligado a subirle el
sueldo, pues éste exigirá una contrapartida por el impacto
mediático que le pueda generar. El ejemplo perfecto lo tenemos en
Messi y Cristiano Ronaldo, sus duelos en el último lustro han sido
espectaculares, tanto a nivel deportivo como mediático. Durante
algún tiempo Ronaldo fue el deseado por las marcas, en cambio desde
la irrupción de Messi como un depredador de títulos y récords esto
ha cambiado: según un estudio de la Agencia Euroméricas Sport Marketing, Messi es el futbolista que más ingresa por patrocinios
con 42,1M€, seguido por David Beckham con 40,7M€ y Ronaldo se coloca en
tercera posición con 37,7M€. Ronaldo se resiste a abandonar el número 1 y es el que más ha crecido este último año, a pesar de que ha llegado ya a
la madurez como futbolista y como producto; así pues un 2º balón de oro le
permitiría ver engrosados sus emolumentos y dar caza a Messi.
¿Y
qué gana el club? Pues lo mismo que los jugadores: nuevos
patrocinios, expansión en mercados clave, aumento del prestigio del
club, etc. Además, si un club tiene a lo largo de su historia muchos
balones de oro, esto puede ser un reclamo para cualquier jugador a la
hora de decidir a qué club marcharse. Por otra parte, un club que
tenga a un jugador con balón de oro incrementará el valor de
mercado de éste, siendo esto importante para el establecimiento de cláusulas
de rescisión y a la hora de establecer un precio de venta. También
los equipos pueden jugar con esto a la hora de establecer bonus y
primas a los jugadores que opten al balón de oro (como hizo el Barça
con el reciente fichaje de Neymar).
Por
tanto podemos decir que el Balón de Oro responde más a una
necesidad comercial que a una realidad futbolística. El mundo del
fútbol otorga a lo largo del año incontables premios individuales a
los mejores jugadores (nacionales, internacionales, para jóvenes,
para veteranos, por posición, etc), ya que cada institución periodística, política, cultural, deportiva, etc falla diferentes premios, otorgados en base a criterios más o menos objetivos. Por tanto, en un mundo tan globalizado, donde cada jugador
opta a innumerables premios y en un deporte colectivo como el fútbol,
queda un poco ridículo que un balón dorado diga quien es mejor o
peor. Cada seguidor tiene su favorito y eso, al fin y al cabo, es el
mayor premio.
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